Por un lado se está llevando a cabo la ampliación y renovación de los filtros de seguridad de pasajeros que dan acceso a la zona de embarque. Con una inversión de 7 millones de euros, se instalarán 24 puertas automáticas de lectura de tarjetas de embarque que darán acceso a 24 filtros de seguridad, frente a los 17 actuales.
Por otro lado el nuevo sistema de control de pasaportes tiene como objetivo que los pasajeros pasen el filtro de seguridad en 20 segundos.
Aena licitó a finales de febrero la ampliación del control de pasaportes del aeropuerto de Alicante-Elche y fue adjudicada a la multinacional española Acciona por un importe total de 1,1 millones de euros, impuestos incluidos. Dicha ampliación llega tras la acometida el pasado verano, que también fue adjudicada a Acciona por 850.000 euros, para adaptar la terminal a la nueva normativa europea que entró en vigor en 2017 y que obliga a extremar el control sobre los pasajeros que viajan hacia o desde destinos fuera del espacio Schengen.
Cabe recordar que Reino Unido se trata de un país fuera del espacio Schengen y en la actualidad aporta el 40% de los pasajeros del aeropuerto de Alicante-Elche.
Los sistemas automatizados de control de fronteras, conocidos como ABC (Automated Border Control), han sido desarrollados e implementados por Everis y funcionan mediante el uso de pasaporte y DNI electrónicos e incorporan reconocimiento biométrico, tanto facial como dactilar, para la identificación de los viajeros. Además, las puertas se integran con las bases de datos de la Policía Nacional para localizar a personas en busca y captura o los documentos robados.
Más puestos de policía y menos zona comercial
En la planta P0 se mantendrá el acceso actual, mientras se crea un nuevo módulo de aseos a la entrada (bajo las escaleras que dan acceso a la planta P1) y se colocarán 11 filtros ABC entre la línea de pilares
y dos cabinas de policía ligeramente retranqueadas.
En la planta P1 se mantendrán los filtros ABC y la caseta de
control que ya existen, pero se añadirán nuevos filtros y casetas
de control policial, diferenciándose dos accesos diferentes: un
recorrido más directo hacia las casetas y otro más largo hacia los
filtros.
El proyecto propone también, para poder adecuar el control general de la segunda planta, que en la zona comercial el espacio de la tienda Duty Free quede reducido a la mitad.
La otra mitad albergará un local de descanso de la policía, un almacén
de sillas PMR (personas con movilidad reducida) y un local de atención
al público. Asimismo, "se colocarán más bancadas para mejorar las zonas
de espera".
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