Los primeros años del Aeropuerto de Alicante-Elche (1967–1979)

De Rabassa a El Altet: el nacimiento de un nuevo aeropuerto

En la década de 1960, el auge del turismo en la Costa Blanca hizo evidente que el viejo aeródromo de Rabassa, en las afueras de Alicante, se había quedado pequeño. Sus instalaciones eran rudimentarias y no podía acoger los modernos aviones a reacción que llegaban a España en plena expansión turística.

Por ello, el Ministerio del Aire franquista decidió construir un nuevo aeropuerto en El Altet, dentro del término municipal de Elche, a unos 9 kilómetros al suroeste de la ciudad de Alicante. La ubicación ofrecía buenas condiciones meteorológicas, terreno llano y una excelente conexión con la costa. El Ministerio adquirió dichos terrenos en noviembre de 1964, y unos meses más tarde empezaron las obras de construcción de una pista de vuelo de 2700 metros, una calle de rodadura, calles de salida rápida y la instalación de un ILS.

El nuevo aeropuerto fue inaugurado oficialmente el 4 de mayo de 1967. En una jornada soleada, autoridades civiles y militares, encabezadas por el Ministro del Aire, José Lacalle, y el Obispo de Orihuela-Alicante, Pablo Barrachina, presenciaron la llegada del primer vuelo comercial: un Convair Metropolitan de Aviaco procedente de Madrid. Este acontecimiento simbolizó el inicio de una nueva etapa para la provincia, consolidando al aeropuerto como un motor clave para el turismo en la Costa Blanca. 

Ese mismo año comenzaron los primeros vuelos regulares, tanto nacionales como internacionales, lo que supuso el traslado definitivo del tráfico aéreo desde Rabassa.

Los primeros vuelos y la llegada del turismo internacional

Desde el principio, el aeropuerto de El Altet nació con una clara vocación turística. En sus primeros años de funcionamiento, 1967 y 1968, la mayoría de operaciones eran de Aviaco y otras compañías europeas que empezaban a conectar la Costa Blanca con el norte del continente. La compañía de bandera española, Iberia, aterrizó en noviembre del año 1969 uniendo el aeropuerto con Barcelona y Madrid.

El verdadero despegue llegó cuando empezaron a operar los primeros vuelos chárter turísticos procedentes del Reino Unido, Alemania y los países nórdicos. En esa época, compañías como BEA (British European Airways), Britannia, Swissair, Sabena y Monarch comenzaron a traer miles de visitantes atraídos por el sol y las playas de Benidorm, Torrevieja, Calpe y Altea.

El tráfico creció rápidamente: a finales de los años sesenta el aeropuerto ya movía casi medio millón de pasajeros, 488.107 para ser exactos, una cifra muy alta para una instalación recién inaugurada. Una década después, en 1979, el aeropuerto ya movía más de 2 millones de pasajeros anuales.

Ampliaciones y mejoras en los años setenta

Durante los años setenta, el aeropuerto se consolidó como una de las principales puertas turísticas de España. El edificio terminal, proyectado originalmente para un millón de pasajeros al año, pronto se quedó pequeño ante el crecimiento constante del tráfico.

El incremento del tráfico obligó a construir un nuevo edificio terminal en el año 1972. El nuevo edificio se utilizó en un principio solo para vuelos internacionales y fue llamado como "Terminal chárter". La segunda fase de construcción concluye en 1974, incorporándose el tráfico nacional en marzo de 1975.

Número de pasajeros 1967-1979

Fotografías