Los noventa del Aeropuerto de Alicante-Elche (1990–1999)

Inicio de la modernización

La década de los noventa marcó para el aeropuerto una fase de transición desde la expansión hasta la modernización integral de sus instalaciones. Con un tráfico que ya superaba ampliamente los niveles de los años ochenta, se plantearon proyectos de gran envergadura para dotar al aeropuerto de una terminal y una torre de control acordes a la demanda creciente.

Nueva terminal y torre de control

Entre 1994 y 1996 se ejecutó el proyecto de una nueva terminal de pasajeros, la que posteriormente fue llamada "T1": un diseño modular pensado para adaptarse al aumento futuro de la demanda, con la instalación de pasarelas telescópicas para el embarque, ampliación de zonas comerciales y mejor organización de facturación y recogida de equipaje.

En paralelo se construyó la nueva torre de control, que entró en funcionamiento pleno en febrero de 1997 tras un periodo de coexistencia con la antigua, que posteriormente fue derribada.

Plataforma, accesos y servicios

Durante estos años se llevaron a cabo importantes trabajos en la plataforma de estacionamiento de aeronaves junto al reforzamiento del pavimento de pista y la reorganización de las calles de rodaje y stands de aeronaves. Los accesos terrestres también se mejoraron: se completaron viales de enlace a la autovía, se amplió el aparcamiento de vehículos y se reforzó la oferta de transporte público entre la ciudad de Alicante y el aeropuerto. En la terminal, la oferta comercial fue ampliada con nuevas tiendas, más servicio de restauración y se introdujo el servicio para personas con movilidad reducida (PMR).

Diversificación de la oferta

El aeropuerto reforzó su carácter internacional y dejó atrás parcialmente la dependencia exclusiva de los vuelos estacionales. Las conexiones con Reino Unido, Alemania y Escandinavia siguieron siendo fundamentales, pero adquirieron mayor consistencia las rutas regulares y se fortaleció la conectividad con otros países europeos como Bélgica, los Países Bajos y Suiza.

Iberia dominaba las conexiones nacionales en el Altet mientras que las compañías chárter británicas adaptaron sus programas hacia una presencia más prolongada en la temporada de verano.

Atentado frustrado

Durante la década de los 90, el aeropuerto intensificó sus medidas de seguridad para adaptarse a la normativa europea y al aumento del tráfico. En el verano de 1995, unas empleadas de la limpieza encontraron casualmente un artefacto explosivo colocado por la banda terrorista ETA en las instalaciones del aeropuerto. La Guardia Civil se encargó de desactivarlo de manera segura y no se produjeron heridos. Este incidente reforzó los protocolos de inspección y vigilancia, consolidando una política de seguridad más estricta que continuaría aplicándose en años posteriores.

Número de pasajeros 1990-1999

Fotografías